Diego del Pozo: “La faceta intelectual de Gabriela Mistral es la más potente y desconocida” en Fundación La Fuente

Por la humanidad futura, reúne alrededor de 45 artículos de Gabriela Mistral, que recorren desde 1920 hasta su muerte, en 1957. En la antología, seleccionada por Diego del Pozo —Magíster en Literatura y estudiante de doctorado en Patrimonio cultural en la Universidad de Helsinki, Finlandia—, aparecen temas como la educación, la igualdad, el feminismo y la democracia. Uno de los criterios importantes para hacer esta selección, dice del Pozo, fue la vigencia de los textos: “La idea no era solo hacer un viaje al pasado, sino que darnos cuenta de que hay muchas cosas planteadas por Mistral, que hoy, 80 años después, todavía no hemos resuelto. Son discusiones que están por sobre la superficie histórica”.

El rescate editorial, bajo el sello La Pollera, fue posible gracias al legado inédito de Mistral que llegó a Chile el año 2007 y que hoy está disponible íntegramente en la página web de la DIBAM: “Encontramos ahí cosas bien interesantes. En este libro hemos recuperado, por ejemplo, textos de ella que fueron a conferencias, pero que nunca antes se habían publicado. Y creo que el ejercicio de leerla cronológicamente —como está en este libro—, permite ver cómo va evolucionando su pensamiento”.

—¿Cuáles son los temas que le interesan a Gabriela Mistral?

humanidad futura—Este libro intenta hacer una aproximación desde dos lugares a Gabriela Mistral. Por un lado, está la intelectual cosmopolita, que se va de a poco haciendo cargo de los conceptos que incumben a Occidente; Europa y Latinoamérica, principalmente. Mistral, entonces, habla de la Revolución Mexicana, de la Guerra Civil Española, de la Segunda Guerra Mundial, del fascismo y de las consecuencias de las crisis de humanidad que llevan todos estos conflictos. Hay, digamos, un seguimiento histórico a la primera mitad del siglo XX con sus hitos más significativos, los que son explicados y criticados por Gabriela Mistral. Pero es un seguimiento que, así como pasa con intelectuales de gran escala, trasciende el momento histórico.

Por otro lado, debemos comprender que el concepto de política en esta antología no está tomado en ningún caso como el que se genera desde los partidos políticos —algo que habría sido muy injusto con Mistral, que nunca militó en ningún partido—; sino que tiene que ver con la idea más prístina de política, o sea, la polis, que es lo que nos hace a todos ser parte de una ciudadanía y de una sociedad, y que hace que cada individuo tenga ciertas responsabilidades. Es, digamos, la posición política de Mistral frente a qué debería hacer la sociedad.

Hay, por ejemplo, cosas sobre educación, sobre todo de su experiencia con las escuelas granjas en México, que es una cosa maravillosa. Ella llegó a México con la libertad que le entregó el gobierno revolucionario mexicano para aplicar ideas que acá en Chile había intentado hacer, pero rechazaron por encontrarlas subversivas o inviables. En México ella logró llevar a cabo un concepto educacional que se parece bastante a la nueva reforma educacional que está haciendo Finlandia hoy. Es decir, algo totalmente vanguardista. Hay varios aspectos de la educación tocados por Mistral que pueden hacer repensar la forma en que estamos educando.

Varios aspectos de la educación tocados por Mistral, pueden hacer repensar la forma en que estamos educando

El título del libro, Por la humanidad futura, es tomado de un texto de Mistral que escribió en los años 30, donde habla de la importancia que tienen los profesores en formar a las futuras generaciones. Hace un llamado a la humanidad: si no nos hacemos cargos de nuestros profesores, que estén en el nivel en el que tienen que estar, vamos a estar teniendo esclavos de un sistema que no es libertario ni democrático. Son los profesores quienes forman esclavos o una sociedad de hombres libres. Es así de drástica su postura. El nombre del texto funciona también como nombre para la antología porque nos trae al 2015 a Gabriela Mistral: nosotros somos esa humanidad futura y también los que vienen.

—Feminismo, igualdad y democracia, son otros de sus temas.

Hay cosas del feminismo que son muy interesantes porque ella habla sobre este tema mucho antes del boom de la década de los 60. Y marca un patrón muy duro. Ella dice que el feminismo no se puede generar desde los grupos de elite, de la alta sociedad, como es el caso en Chile, porque eso no llevará a una transversalidad del discurso. A menos de que sea un discurso amplio y que haya, por ejemplo, obreras metidas, el feminismo será algo menor. Eso lo dice 30 años antes de que colapsara el discurso.

Está también la Mistral latinoamericanista, que lee a Simón Bolívar y a José Martí, y que tiene la idea de que hay un solo pueblo desde México hasta Punta Arenas. Cree en la necesidad de generar una identidad en conjunto, incluyendo a Brasil. Es una idea que se ha ido perdiendo. La puede recuperar Chávez, por ejemplo, pero desde un discurso populista; no desde una ética intelectual.

Otro tema para ella es la democracia. La democracia, dice Mistral, le llegó a Latinoamérica como un estatuto listo. “Esta es la forma en que hay que gobernar”, nos dijeron. Entonces, cuando ya se logran las independencias, a principios del siglo XIX, todos los países latinoamericanos intentaron asumir la democracia, pero no se dieron cuenta de que el proceso democrático de los países europeos llevaba más de 2.000 años. Por otro lado, no existe una formula estática de cómo debe funcionar la democracia, sino que la democracia requiere constantemente de renovación. Y Mistral hace un aviso al respecto. Dice, ojo, si no nos hacemos cargo de esta recién llegada, la democracia, vamos a entrar en crisis constantemente. Eso lo dice a propósito del cambio constitucional de 1925, cuando ha habido una sucesión de gobiernos democráticos en Chile. Ella sospecha que puede venir una crisis institucional, porque sigue viendo que no hay participación de los obreros, de los profesores y que hay instituciones que están al margen de la discusión política, porque la política está puesta en una elite y eso no es democrático.

—Mistral nunca militó en ningún partido político, ¿por qué?

Para Mistral el intelectual  tiene un compromiso con la sociedad

Creo que por su percepción de cuál era el rol del intelectual en la sociedad. Mistral en cada lugar al que llegaba, en cualquier lugar del mundo, daba conferencias y se preocupaba de saber qué estaba sucediendo con el pueblo, con la educación. Y creo que haber participado en un partido político la habría encasillado en una posición. El intelectual para ella tiene un compromiso con la sociedad.

Sí tenía ideas de izquierda muy de avanzada. Plantea reformas agrarias, voto femenino, igualdades democráticas, cuando en Chile todavía tenemos un patriarcado. Mistral no militó en ningún partido, pero si tuviéramos que ponerla en algún lado sería en partidos humanistas, más de izquierda. La Democracia Cristiana ha tratado de apropiarse de Gabriela Mistral para su partido, debido a su carteo con Frei Montalva, pero no era DC.

Rescatar el legado

La primera aproximación de Diego del Pozo al estudio de Gabriela Mistral fue cuando era estudiante de Letras en la Universidad Católica, 10 años atrás. El profesor Luis Vargas Saavedra dictaba entonces una cátedra de Mistral y él fue su ayudante. Poco después, el 2007, apareció el legado inédito de la poeta –105 cajas con manuscritos, correspondencia y fotografías, entre otros documentos—, donado por Doris Atkinson: “Ahí nos dimos cuenta de que la poesía inédita de Mistral era mayor que la publicada. Había, entonces, que empezar a estudiar a Mistral de nuevo. Lo mismo sucedió con la prosa, con sus cartas. Fue como estar en el lugar correcto en el momento correcto. Estaba todo este material que requería de personas que quisieran empezar a ampliar el discurso mistraliano y ahí estaba yo”, dice del Pozo.

poemadechile-310x464Sobre este legado inédito, dice además: “Siento la responsabilidad de transmitir a Mistral. Es más fácil tomar a la Mistral profesora rural, que escribe poesía infantil, que tomar a la política o a la mística, que son aristas más complicadas. Algo similar ocurre con Neruda: es más fácil asociarlo al caldillo de congrio y a las caracolas, que meterse en el Winnipeg o en su poema Residencia en la tierra. Creo que se le ha simplificado”.

El primer libro que del Pozo rescató de Gabriela Mistral fue El Poema de Chile, también bajo el sello La Pollera: “Era un libro que nunca se publicó mientras ella estaba viva. Las ediciones existentes tenían alrededor de 70 poemas y cuando nosotros empezamos a revisar el legado inédito, había muchos poemas que calzaban con la temática y los personajes. Aparecieron 10, 20, 50 más. El Poema de Chile era un poema gigante, de 300 páginas. Había que sacarlo porque Mistral lo escribió pensando en reemplazar a la Araucana. Siempre fue muy crítica de la idea de que nuestro poema épico fuera escrito por un español y hablara del genocidio de nuestro pueblos indígenas. Esa motivación inicial, junto con su idea de revivir el país que había dejado, son la gestación del poema de Chile. Que me parece un libro maravilloso”. Por la humanidad futura es un segundo paso de un rescate mayor que planea hacer del Pozo junto a La Pollera. “En este caso —explica del Pozo—, el propósito era recuperar a la intelectual. La más potente y desconocida faceta de Mistral”.

—Fue muy postergada en Chile Gabriela Mistral. Primero le dieron el Premio Nobel (1945) y años después en Chile el Premio Nacional (1951).

Creo que hay varios motivos. Quizás el más significativo tiene que ver con la sociedad chilena de la época. Era una sociedad patriarcal, donde la mujer todavía no tenía una voz, entonces esta mujer intelectual, independiente, viajera, que no pertenece a la clase alta, se hace muy incómoda para los hombres. Se le hace la vida muy difícil en Chile a Mistral.

Al final del tiempo en que vivió en Chile, es decir a fines de la década del 10, se asienta en Santiago, que es el lugar donde están sucediendo las discusiones. Siempre antes la habían tenido en regiones, apartada. No la querían acá. Por eso probablemente su autoexilio. Ella se fue en 1922 y volvió tres veces de visita a Chile. Hizo su vida afuera. Es más bien ciudadana del mundo. Por eso también sucede que en otros países se le lee y conoce más.

No querían a Mistral en Chile, recién cuando ganó el Nobel la homenajearon. Por eso su autoexilio.

Fue en México donde vio la posibilidad de llevar a cabo sus ideas, gracias a José Vasconellos, el símil de nuestro Ministro de Educación del gobierno mexicano revolucionario. Y ella asumió México como su segunda patria, por cómo la recibe.

—También fue excluida de la Antología de poesía chilena nueva (1935), compilada por Volodia Teitelboim y Eduardo Anguita.

—Sobre todo las primeras tres décadas del siglo pasado, es un momento en que el arte en general entra en una etapa de abstracción, de deconstrucción, donde la poesía de vanguardia la llevan los surrealistas. Es la ruptura del lenguaje lo que va más cerca de lo que se está haciendo. Algo que está, por ejemplo, en el Altazor, de Huidobro. Gabriela Mistral, por otro lado, está escribiendo Sonetos de la muerte. Es decir, está haciendo como un neoclasicismo cuando todos los demás están en otra discusión. Era fácil en ese sentido dejarse llevar por los vientos de la época y a todo el que, como Mistral, estuviera haciendo algo diferente a lo que fuera Man Ray o el discurso político parisino, dejarlo afuera.

Esperemos que ahora estemos más preparados para leerla de lo que estábamos años atrás.

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” Pelota Sudaka” por Jordi Lloret en el Clarín de Chile

Fuente: El Clarín

Antinovela de Jerónimo Parada y Andrés Santa María recientemente editado por La Pollera Ediciones.

 

211 páginas de proesía o ensayo de los morenos del gol.

 

 

Y un día el periodista Andrés Santa María que trabaja aquí en la radio Casa Abierta me pasa el libro y me pide una presentación a mi aire.

 

Entonces esto no es una novela sino un libro que continua la lengua mestiza con que cruzamos el siglo de la mano ansiosa de la “Literatura Nazi en América” que escribiera Roberto Bolaños “Chespirito” comentó la rubia tarada por la tele insoportable que conarra el peloteo la copamérica sudaka, cara y organizada por la mafia Platers, el empuje del señor Berms que regala banderitas y una de las presidentas sudakas que agarrada a la pelota trata de no caer al abismo imaginario de las encuestas.

 

Y la algarabía de levantar la copa en la ruka por las calles del archipiélago del sur.

 

Esto que ustedes van a leer a sorbos es la proesía mestiza que el filósojo y el perrodista pensaron para ser escrita en su parte final durante el mismo desarrollo de la copa desarrollada en el mismo convento neonazi, una presión social que le daría al texto el mejor contexto, el acierto del momento para este jazz sudaca o que un libro de arqueología pueda querer para ahondar en la corta historia que va desde que los ingleses inventaran el futboll, para que los obreros de la revolución inglesa(producto del robo a mano armada al resto del mundo) no les pegaran a sus mujeres, borrachos de cerveza Hollingans.

 

Esta proesía que empiezan a pulir los nacidos en el siniestro y magnífico ochenteo chileno que inaugurara Lihn y su antinovela “El arte de la Palabra” o las fichas literarias que Mario Verdugo nos dejara en “Apología de la droga”.

 

Otro libro que arriesga la soledad de los corredores de fondo y su espera kafkiana y barroca en la biblioteca al cruzar la plaza glocal de estos días pospeloteros donde efectivamente Wagner y Paredes, conversan en la cima del cerro Mauco, entre el arco del concón national y la primera lluvia que ayudo a salir nuevamente el río al mar.

Sudakas como nos dicen despectivamente los españolitos,palabra que esta yunta de escritores resignifican y reubican. El Barça actual tiene al quinteto del sur como el mejor equipo del mundo. Bravo,Macherano,Suarez,Neymar y Messi, son los hijos del peloteo que alguna vez filosofó Bielsa y que hoy lo gana casi todo adentro del rectángulo verde.

 

Jerónimo y Andrés nos pasean por algunos de los gladiadores tatuados de las poblas latinas, desde la historia de las mitologías griegas e Incaicas, desde la carrera de Alexis a pecho desnudo o el mismo coceo de Marcelo Menilao cuando a pase de sierra logró conectar la trutruca en el Londres del invento.

 

Desde los tambores africanos que ya no suenan en las graderías de la eterna crisis.

Antinovela Refrescante,lúcida,posmo,bien escrita,y de largo preciso, un buenísimo libro:

 

Marrichiweu!

“El niño maravilla” por Ezequiel Fernández para La Nación Argentina

Fuente: La Nacion

“Sampaoli intenta despertar a Alexis”. El título de La Tercera, en las horas previas a la semifinal de hoy contra Perú, confirma que Alexis Sánchez aún no explotó. Es más, perdió 29 balones en cuartos contra Uruguay. En el entretiempo, sus compañeros le dijeron “qué te pasa culiao”. Y Jorge Fucile, su marcador, lo llamó “cagón”. Una imagen lejana a la de su conferencia previa al torneo, cuando asumió liderazgo y hasta reclamó más aliento a los aficionados. Los medios resaltaron su “madurez”. Pero en esa misma conferencia, Alexis, al justificar la presión de los cracks, dijo “somos niños”. Y si fueras aficionado, le preguntó luego un periodista, ¿por qué jugador pagarías la entrada? Alexis se citó él primero y, en segundo lugar, mencionó a Messi, “supuestamente el mejor del mundo”. Esa noche, un programa deportivo habló del “supuestamente”. Recordó que Alexis no había sintonizado con Messi en Barcelona y que Leo, “supuestamente”, llegó a decirle “sos horrible” tras alguna jugada desafortunada. El uruguayo Luis Suárez cubrió con éxito su lugar y Alexis se fue a triunfar al Arsenal inglés.

Hijo de una madre soltera que debía subir a las salitreras a vender mariscos en la calle, Alexis suele ir todas las Navidades a repartir regalos a los niños pobres de Tocopilla, el pueblo natal, en pleno desierto de Atacama, que era territorio boliviano hasta la Guerra del Pacífico (1879-1883). “Ardilla”, que lavaba autos en el cementerio, debutó en la selección mayor de Chile con apenas 16 años. “Vino desde el norte de cabrito a la capital”, dice “El Niño Maravilla”, la cumbia que le dedicó la sonora “Tomo como Rey”. Los técnicos argentinos, célebres por cierto pragmatismo y obsesión por ganar, lo acompañaron en toda su carrera. Claudio Borghi, Marcelo Bielsa, ahora Jorge Sampaoli. Y también Diego Simeone de su paso por River. El colega Danilo Díaz, coautor de “Alexis. El camino de un crack”, me recuerda que en 2009 Eduardo Berizzo, entonces asistente de Bielsa, debía llevar a Sánchez a Sudáfrica. Y que, camino a Ezeiza, Alexis advirtió que su pasaporte estaba vencido. “El Loco nos va a matar”, pensó Berizzo. “Tranquilos”, dijo Alexis, tímido sólo cuando quiere. Encaró hablando de fútbol, de River, de Bielsa, y de él, claro. Logró un “permiso especial”. Como dijo una vez Marcelo Salas, el otro chileno ídolo de River: “es imposible que Alexis te caiga mal”.

“Ver jugar a Alexis -escribieron Jerónimo Parada y Andrés Santa María en el libro “Pelota sudaca”- es, ante todo, ser testigo del despilfarro de poderosísimas fuerzas físicas y espirituales que a veces entran en contradicción con lo útil (llegar al gol)”. “Hay momentos -añaden los autores- en que se come el campo con una generosidad que estremece”. Hablan de “un infante” que “desperdiga goce y fantasía sin límites”. Y que precisa ser libre para “la alegría estética de la creación”, sin “cárceles” tácticas. “Las cosas de momento nacen nomás”, dijo Alexis una vez en una entrevista. Así lo decía Garrincha. Días atrás, Alexis confesó que le gustaría partir desde más atrás. Pero acepta lo que pide Sampaoli porque lo “banca a muerte”. Y porque en la selección, afirma, “jugaría hasta de arquero”.

En plena Copa América, Alexis colgó en la red imágenes con sus perros Atom y Humber. Y, casi como un adolescente, se mostró bailando reggaeton y cantando a One Direction. Ahora llega lo importante. Sampaoli lo alentó especialmente en las últimas horas. A los 26 años, más que Niño Maravilla, La Roja lo precisa como Capitán América.

“Entre copas y Copa lanzan “Pelota sudaca”, el libro que repasa a los ídolos del torneo de fútbol más importante de América” por Marco Fajardo en El Mostrador

Fuente: El mostrador

Un libro que repasa a las selecciones de la Copa América, con sus ídolos presentes y pasados, será lanzado el próximo martes.

Se trata de “Pelota sudaca” (La Pollera Ediciones), del filósofo Jerónimo Parada (Santiago, 1981) y el periodista Andrés Santa María (Valparaíso, 1986), que en forma de ensayo cuenta las historias futbolísticas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

El lanzamiento será en la librería La Cooperativa (Salvador 1319, esquina Santa Isabel), a las 19:30 horas. Junto a los autores estará Nicolás Vidal, escritor y editor de la revista De Cabeza, que hará la presentación del texto.

“Parece indiscutible que la experiencia del fútbol en América del Sur, es más salvaje y única que la que pueda darse en cualquier otro lugar del planeta”, señalan los autores ya en la introducción. Y más adelante agregan: “’Pelota Sudaca’ es un libro vivo, sujeto al devenir, siempre dispuesto a dibujar una y otra vez los misteriosos recovecos de las vidas de los genios sudamericanos, esos caminos que se vuelven a abrir incrustándose en el pasado para parir nuevos dioses”.

Chile y el caso Vidal

La descripción de Chile, de vuelo poético y también político, es un buen ejemplo de este libro.

“Atrapados en medio de la dualidad del Yin y el Yang, entre la transformación y mestizaje de un pueblo que lentamente fue sometiéndose a un destino oscuro y otro que resistió todas las derrotas imaginables para una y otra vez volver a levantarse, titanes de rojo comenzaron a surgir en medio del siglo 20, vestidos con el color de la sangre vertida en Arauco, dotados de la misma fuerza de los héroes de la resistencia, buscando romper con la vertiente conservadora proveniente de la Fe y el Capital que invadió generaciones como un virus letal e invocar las fuerzas que han emanado durante generaciones del Meli Witran Mapu, consiguiendo el equilibrio entre los planos espiritual y terrenal, para así obtener el vigor necesario para llevar los colores de Chile a la victoria no alcanzada y a aquellos sombríos símbolos patrios a una necesaria redención”, escriben los autores en la sección dedicado a nuestro país.

Elías Figueroa, Roberto Rojas, Iván Zamorano, Marcelo Salas, Arturo Vidal, Gary Medel y Alexis Sánchez son los jugadores elegidos en el caso chileno, en el capítulo titulado “Arauco tiene una pena”.

De Vidal, por ejemplo, escriben, entre otros: “Con la virtud de saber enfrentar la guerra y la paz con la misma hidalguía, aprendida de su madre y de sus infinitas jornadas de trabajos forzados para salvar a sus hijos de la inanición, comenzó a forjarse un portento futbolístico de tintes reales que viajaría a las civilizaciones más antiguas Europa para encontrarse con su destino y ser coronado como un legítimo heredero de los más finos linajes del mundo antiguo”.

“Más allá de los Ferrari, los lujos, la fiesta y el desenfreno del sexo de quienes no tuvieron nada y ahora tienen todo, el Rey Arturo sólo tenía un objetivo en su mente: correr un campo de fútbol de lado a lado buscando recuperar el balón con furia y entregarlo con sutileza, y ser capaz también de lograr con frecuencia la gloria del gol”.

“Solo así podría construir aquel futuro en el que volvería a la triste San Joaquín, cargado de oro puro para repartir entre sus viejos vecinos y principalmente para entregar a su madre el merecido premio del lujo y el descanso. Ella, sin saberlo, había criado al heredero real con las más humildes herramientas, aquellas que no pueden tocarse y que solo aparecen en seres en los que sus acciones son impulsadas por una nobleza infinita e imperecedera”.

Otros ídolos reseñados son entre otros el argentino Diego Maradona, el boliviano Marco Antonio Echeverry, el brasileño Neymar, el colombiano Carlos Valderrama, el paraguayo José Luis Chilavert, el peruano Paolo Guerrero, el uruguayo Luis Suárez y el venezolano Rafael Dudamel, siempre en una mezcla de estrellas veteranas y recientes. En el caso argentino, por ejemplo, se habla de siete jugadores, desde el recientemente fallecido legendario Alfredo Di Stéfano hasta el inevitable Lionel Messi.

Criterio de selección

“El criterio de selección de los equipos evidentemente está dado por los países sudamericanos o, más precisamente, por aquellos países de Sudamérica que disputan la Copa América, es decir, países que tienen cierta tradición futbolística y que, por cierto, son casi todos los países sudamericanos”, explican los autores a Cultura+Ciudad.

En cambio, el tema de los jugadores fue más complejo y discutido. “A veces nos daban ganas de hacer jugadores más raros, con temas que nos volaban la cabeza -gente como Pinilla o el doctor Sócrates-, pero tratamos de seleccionar a quienes creíamos tenían mayores méritos deportivos”, señalan.

“Bajo este tipo de criterio a veces nos tocó escribir a acerca de personajes fomísimos, pero de alto vuelo futbolístico. Entonces, eso nos voló más, porque había que hurgar hasta sus entrañas para hacer algo decente. Y así nos fuimos, aunque nos dimos unos gustitos como el ‘Condor’ Rojas”.

Otro criterio fue poner jugadores actuales, “gente que fuera a jugar esta Copa, al menos uno por país”, afirman. “Debemos decir además que hemos cometido horribles omisiones, ignominias que esperamos solucionar de aquí a poco: perdón, Leonel Sánchez”.

“Además es necesario agregar que la representatividad de jugadores por país, debía estar dada por historia. Por eso Brasil y Argentina 7, hasta llegar a Bolivia y Venezuela con 4. Ahí tuvimos una pequeña pugna con nuestros queridos editores que querían a otro chileno y, nosotros, creíamos que era un exceso, que ya 6 era un exceso dados los criterios con los que habíamos construido. Ellos ganaron esa pugna y, gracias al maligno, hicimos a Vidal”.

Sin mensaje explícito

Aunque el libro no tiene algún mensaje explícito, sí posee, en opinión de los autores, “posiciones políticas, pieles y rincones”.

“Tiene lugares y momentos, no solo uno, muchos, con los que quizás alguien pueda conectar”, dicen. Entre las influencias, Parada y Santa María citan a escritores como Roberto Bolaño, “una influencia decisiva”, pero también estadounidenses como David Foster Wallace.

Por último, ¿qué piensan del desarrollo actual de la Copa América, en el contexto de la crisis de la Fifa y del gobierno de Bachelet?

“Fue tanto el trabajo de estos últimos meses escribiendo y re escribiendo las historias de los personajes del libro, que se nos ha hecho muy especial el desarrollo de la Copa, ayudado todo claro por lo emocionante que han sido casi todos los partidos”, responden los autores.

“A veces, alucinamos con los personajes externos a los jugadores que invaden el libro, y los vemos ahí, flotando como espectros en la cancha”, dicen. “Blatter y Bachelet, suponemos, tienen interés en que el torneo sea lo más atractivo posible, tanto así que su decadencia se invisibilice. Pero dudamos que esto último ocurra. En eso se parecen a muchos de los personajillos que aparecen en el libro: son como muertos vivientes”.

“Pelota Sudaca” en Revista El Sábado por Rodrigo Pinto

De los muchos libros que han aparecido con motivo de la Copa América, probablemente Pelota sudaca sea el más atípico y singular en su estilo y contenido. Si nos atenemos al índice, no tiene mucho de novedoso: revisa, país por país, los perfiles de los jugadores más destacados de su historia, incluyendo tanto a los ya largamente fallecidos como a los jugadores que hoy brillan en los estadios de Santiago, La Serena o Temuco. Lo llamativo y original es la manera en que están construidos los perfiles, tanto de cada país como de los jugadores. El lenguaje, para empezar, no es el clásico de un libro sobre deportes o fútbol. Hay una suerte de delirio encendido en párrafos largos, sinuosos y plagados de comas -muchas de ellas de sobra, pero ya es una decisión de estilo-, que aspira a atrapar en la palabra el misterio y la belleza del fútbol. “Tal como Lautaro se laureó fama de exterminador de conquistadores y cobardes, el rumor de un Matador de sangre mapuche cruzó desde los Andes hasta la Gran Bota, contando la historia de un enemigo de la compasión que era capaz de convertir un ladrillo de asbesto en una hermosa estrella fugaz destinada a desintegrarse en las redes”, se lee en el perfil de Marcelo Salas. La cita arroja luz sobre otra particularidad del libro: la amplitud y frecuencia de referencias que no pertenecen al ámbito del fútbol (uno de los autores, Jerónimo Parada, es licenciado en filosofía; el otro, Andrés Santa María, es periodista). La mitología griega, las leyendas artúricas, el nacimiento del bossa nova y del candombe, el mestizaje, las guerras latinoamericanas, las tradiciones de los pueblos originarios, algunos libros de la Biblia, Schopenhauer y Nietzsche, los príncipes italianos, la arquitectura europea, el capitalismo salvaje, la pobreza y el desenfreno, todo se funde en estos perfiles que pueden comenzar por cualquier parte y que, en realidad, no retratan a cada personaje, sino al conjunto de referencias que con humor e imaginación se puede construir en torno a ellos. Por eso es atípico, un libro raro pero también refrescante, que se complace en la desmesura, la arbitrariedad y un sentido del humor a veces críptico, pero siempre fecundo. Prueba, además, que las aproximaciones al fútbol no tienen por qué ser las de siempre, y que la mitología griega (y otros saberes) no sobra a la hora de instalarse a mirar un partido de fútbol.

“Pelota Sudaca: “el homenaje a los ídolos que flotan en el imaginario de todos los adictos al fútbol”” por Vanesa Vargas en El Desconcierto

Fuente: El desconcierto

Un auténtico recorrido por las historias que llevaron a lo más alto a los grandes del fútbol sudamericano. El recién publicado “Pelota Sudaca” (2015, La Pollera Ediciones), de Andrés Santa María y Jerónimo Parada, viene a testimoniar sobre la existencia de aquellos genios que, paridos por estas tierras, destellaron al mundo entero sobre el campo de juego.

Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Perú. La publicación concreta el inventario futbolístico de diez países que, a través de sus elegidos, supieron plasmar su identidad en cada cancha, con defectos y cualidades. Además, se atreve a descubrir los vínculos de los de los cracks del balón con los dioses del Olimpo.

“Pieles de todos los colores e inverosímiles cabelleras han envuelto el interior y las osamentas de los genios más creativos jamás vistos sobre un campo de juego, magos o deportistas que han dotado de un ruedo fascinante a la pelota sudaca. Este compendio de historias en formato de enciclopedia construye una épica que eleva a estos cracks a desconocidos planos de su existencia, otorgándoles místicas conexiones con célebres personajes, mitos y sucesos de la historia de la humanidad”, describen en su presentación.

A diferencia de buena parte de los libros de crónicas futbolísticas, “Pelota sudaca” arrasa con los límites que se le han impuesto tradicionalmente al fútbol, liberando la reflexión sobre dicha disciplina en términos de resultados y aspectos meramente técnicos. Con un rico arsenal de cultura popular, política y mitología, los autores guían al lector por un recorrido que también rescata y reconoce el valor de los pueblos sudamericanos y las pasiones de la humanidad.

golEsta suerte de enciclopedia, por lógica, sólo podría haber sido escrita por entendidos de la militancia pelotera. De hecho, al momento de explicar el nacimiento de “Pelota Sudaca”, Parada y Santa María señalaron que el fútbol y la literatura son dos aficiones que comparten y que dicha conexión no pudo sino terminar en la creación de un “homenaje a esos ídolos que flotan en el imaginario de todos los adictos al fútbol”.

¿Por qué la elección de explicaciones mitológicas para ilustrar la historia de los jugadores?, pregunto. “La literatura tiene el poder de descubrir universos escondidos, pero perdidos en lugares inhóspitos y a los que acceder puede costar carísimo. Aún así decidimos intentar la experimentación del trance literario, y viajar hacia esos lugares en los que estos héroes podrían tener nueva vida. En esos lugares nos encontramos a este montón de personajes que son como un ejército de muertos vivientes resucitando, y no tuvimos otra opción que escribir lo que vimos”, resumen sus autores.

La última entrega de La Pollera Ediciones considera a los referentes del pasado y del presente, sin grandes omisiones. En sus páginas, se pueden apreciar los perfiles de grandes inmortales como Diego Armando Maradona, Pelé y Elías Figueroa y también disfrutar de las historias de aquellos jugadores que por estos días se enfrentan en estadios chilenos por una nueva Copa América, como Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Lionel Messi, Neymar Jr., Javier Mascherano y James Rodríguez, entre otros duros del fútbol de nuestro continente. A fin de cuentas, una oportunidad imperdible de acercarse a los dioses por desconocidos caminos.

Lee un adelanto de “Pelota Sudacaaquí.