“Migajas filosóficas o un poco de filosofía chilena” por Juan Ignacio Rodríguez en El Mercurio

Parafraseamos a Kierkegaard para titular esta revisión de libros publicados en 2014 por filósofos chilenos (o extranjeros radicados en Chile). Un pan con partes de estética, ética y bioética; también política; sorpresas -Mike Wilson escribiendo sobre Wittgenstein-; consagrados como Roberto Torretti; un pseudónimo, e interpretaciones de Husserl, Heidegger, Ortega, Zambrano y Derrida.  
Juan Rodríguez M. ESTUDIOS FILOSÓFICOS 2011-2014

ROBERTO TORRETTI.

Universidad Diego Portales,

Santiago, 2014, 279 páginas.

Kant, historicismo, verdad, ciencia, pragmatismo, relativismo moral, Fichte, Nicolás Gómez Dávila. El cuarto volumen de los “Estudios filosóficos” de Roberto Torretti entrega una buena muestra del pensamiento de este filósofo. Y hasta es útil: quienes, para criticar a la ciencia, se refieren a ella como un pensamiento clausurador, determinista, que define lo que es o no es cierto y cuestiones por el estilo, deberían leerlo para ponerse al día, por ejemplo, de un proceso anterior al derrumbe decimonónico de las jerarquías de valores; a saber, la pérdida de la certeza: “Este proceso se inicia antes de 1830 con la invención de las geometrías no euclidianas, pero cobra vuelo después de 1900, con el advenimiento de la física relativista y de la física cuántica, mientras que la ambición de hallarle un fundamento inconmovible a la matemática pura sufre varios contratiempos hasta naufragar, diría yo, finalmente con la prueba de la independencia de la hipótesis del continuo publicada por Paul Cohen hace medio siglo”.

MARÍA ZAMBRANO:

RE-HUMANIZACIÓN DE LA FILOSOFÍA

FELÍCITAS VALENZUELA BOUSQUET.

Escaparate, Concepción, 2014, 277 páginas.

Si la filosofía iberoamericana no es muy estudiada por estos lados, imagine lo que ocurre con una filósofa; en esta caso, la española María Zambrano. Esa sola situación hace valioso el esfuerzo de la “Profesora de Estado en filosofía” y ex docente de la U. de Concepción, Felícitas Valenzuela (autora de “Hannah Arendt: amor mundi: narrar-comprender-juzgar”). Valenzuela muestra que Zambrano no solo cuestiona la razón moderna en favor de una “razón poética”; sino que lo hace porque fue víctima del fracaso de la primera: del fascismo, de la dictadura franquista que la obligó a exiliarse. La autora habla de las tres seducciones de Zambrano que, se intuye, seducen a la propia Valenzuela: la afirmación de una razón poética, la reflexión sobre España y el imperativo de humanizar la historia, la política, y la vida de cada cual.

WITTGENSTEIN Y EL SENTIDO

TÁCITO DE LAS COSAS

MIKE WILSON.

Orjikh, Santiago, 2014, 88 páginas.

Cuando Wittgenstein escribe que de lo que no se puede hablar es mejor callar, se puede entender que el asunto de la filosofía es determinar aquello de lo que se puede hablar, y declarar el resto como absurdo. O sea, se puede fundar el empirismo lógico. O se puede entender que lo importante, el sentido, lo místico está más allá del conocimiento y que, por lo tanto, no hay que volverle la espalda, sino liberar nuestra cabeza de problemas artificiales (básicamente toda la filosofía) para dejar paso a la vida, “al sentido tácito de las cosas”; al silencio y la actividad. O sea, la inquietud de Wittgentein, a lo largo de toda su obra, sería existencial, no epistémica (“No es lo místico cómo sea el mundo, sino que sea el mundo”). Mostrar que eso es así es lo que ensaya Mike Wilson. Sí, Mike Wilson: el escritor, autor de ficciones como “Zombie” y “Leñador”, que con este libro se pasó a la filosofía.

NATURALEZA MUERTA

VICENTE SERRANO.

Universidad de Valparaíso,

Valparaíso, 2014, 200 páginas.

Murió Dios, murió el hombre. Pero, antes, murió la naturaleza, y de sus restos nacieron la estética y el arte moderno o, simplemente, la modernidad; o sea, el mundo desde la “revolución copernicana” hasta el presente y contando. Así podría resumirse este ensayo del filósofo español Vicente Serrano, profesor de la Universidad Austral. La pregunta que intenta responder el también autor de “La herida de Spinoza” (premio Anagrama), es tan simple como grande: ¿por qué el arte dejó de imitar a la naturaleza? Y en el intento de responderla pasa por Descartes, Shakespeare, Cervantes, Baudelaire, Nietzsche, entre otros; hasta desembocar en la posmodernidad.

LOS FILÓSOFOS ESTOICOS. ONTOLOGÍA, LÓGICA, FÍSICA Y ÉTICA

MARCELO D. BOERI y RICARDO SALLES (traducción, comentaros, edición y notas).

Universidad Alberto Hurtado, Santiago, 2014, 881 páginas.

La mayor parte de las obras estoicas se perdió. De la época imperial romana sobreviven algunas (Séneca, Epicteto, Marco Aurelio), pero de los anteriores no hay casi nada. De modo que las fuentes son indirectas: otros escritores, muchos de ellos hostiles, que refieren sus doctrinas (Plutarco, Cicerón, Sexto Empírico, entre otros). Y aun así influyeron en filósofos como Plotino, Agustín, Spinoza, Schopenhauer, Nietzsche y Deleuze. ¿Por qué? El rico material que ofrece este libro puede responder; por ejemplo: “Cuando el hálito connatural parte el animal muere; por lo tanto, el hálito connatural es un cuerpo. Por consiguiente, el alma es un cuerpo”. O: “dios, el pensamiento, el destino y Zeus son una sola cosa que recibe muy diversas denominaciones”. Al menos en nuestro idioma, el libro de Boeri (argentino, profesor de la U. Alberto Hurtado) y Salles (mexicano, investigador de la U. Nacional Autónoma de México) debiera ser referencia para quien quiera estudiar a los estoicos: encontrará en sus páginas una selección tematizada (“las partes de la filosofía”, “ontología”, “lógica”, “física” y “ética”) comentada, con aparato crítico y las versiones originales en griego y latín, de la “evidencia textual” del estoicismo; y fragmentos de Séneca, Musonio Rufo, Epicteto y Marco Aurelio. (El libro será lanzado este jueves, a las 18: 30 hrs. en el Auditorio Edificio Alberto Hurtado: Almirante Barroso 10).

ORTEGA, RENAN

Y LA IDEA DE NACIÓN

JORGE ACEVEDO

GUERRA.

Universitaria, Santiago, 2014, 114 páginas.

HEIDEGGER: EXISTIR

EN LA ERA TÉCNICA

JORGE ACEVEDO

GUERRA.

Universidad Diego Portales, Santiago, 2014, 438 páginas.

Jorge Acevedo, filósofo de la Universidad de Chile, ha estudiado durante décadas el pensamiento de Martin Heideggar y el de José Ortega y Gasset. De modo que estos libros son dos frutos más de esa labor. En el primero, Acevedo toma una contingencia, el bicentenario de Chile, para reflexionar, de la mano de Ortega y el historiador Ernest Renan, sobre el concepto de nación: “Si nos interesa rememorar el nacimiento de la nación es porque, en el fondo, nos interesa apoyarnos en los dos siglos transcurridos desde ese momento para enfrentar el futuro, lo esencialmente problemático”. En el caso del segundo libro, Acevedo se apropia de la “meditación” heideggeriana sobre la esencia de la técnica para hacernos conscientes de lo que ocurre en nuestro mundo (“un radical desequilibrio ecológico”) y en nuestra vida personal; eso le permite refexionar, entre otras cosas, sobre la filosofía, el diálogo entre Occidente y Oriente, la verdad, la “Apatía en Chile”, la razón lúdica (Cristóbal Holzapfel), la razón poética (María Zambrano), el arte contemporáneo, la ciencia, la historia y mayo del 68.

EL ORIGEN DEL SENTIDO.

HUSSERL, HEIDEGGER, DERRIDA

ANDREA POTESTÀ.

Metales Pesados, Santiago, 2014, 267 páginas.

Lo que se propone este libro es, ni más ni menos, hacer frente o, mejor, reiterar, volverse a ” la pregunta con la cual empieza la filosofía misma y de la cual la filosofía nunca salió (y nunca podrá verdaderamente salir)”. A saber, la pregunta “sobre el origen del sentido”.¿Desde dónde viene el sentido de algo?, ¿de un mundo de las ideas, de un modelo ideal, previo, que nos permite decir que algo es esto o esto otro? ¿O de la “praxis viviente”? Para abordar el asunto, Potestà (italiano, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile), deconstruye -de la mano de Husserl, Heidegger y Derrida- la tradición dualista que inaugura Platón.

CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD,

CREACIÓN DE SENTIDO

CARLOS RUIZ y

MARCOS GARCÍA DE LA HUERTA.

Universitaria, Santiago, 2014, 125 páginas. Si la pretendida unidad y homogeneidad de las comunidades nacionales es imaginaria , ¿qué ocurre con los estados-nación, con las mayorías y la minorías, con los “extranjeros”, con la soberanía? El problema de la identidad es “un punto ciego de la modernización”. Así, este libro recoge ensayos de Carlos Ruiz y Marcos García de la Huerta (los dos de la U. de Chile), que abordan “los efectos de la modernización en la cultura”, ya sea analizando, entre otras materias, el pensamiento de Charles Taylor, la relación entre identidad, propiedad y trabajo; o entre educación e identidad política.

INTERESARSE POR LA VIDA.

ENSAYOS BIOÉTICOS Y BIOPOLÍTICOS

RAÚL VILLARROEL.

Universitaria, Santiago, 2014, 221 páginas.

Los ensayos que conforman este libro de Raúl Villarroel, profesor de la Universidad de Chile, buscan ejercitar “nuestra capacidad de juicio ético”, reflexionar sobre “las implicancias filosóficas, políticas, económicas y sociales del desarrollo de la ciencia y la investigación”. Cuestión que, en este caso, se traduce en pensar la tarea médica, la anticoncepción, el derecho a la vida, el derecho a morir, la administración biopolítica de la vida, la crisis medioambiental, el desarrollo sostenible, los usos y abusos de los animales no humanos, la economía y su pretendido estatuto científico, la democracia deliberativa, entre otros asuntos.

APUNTES EN TORNO A UNA ÉTICA DE LA NATURALEZA

RAMIRO GÓMEZ GRIS.

La Pollera, Santiago, 2014, 111 páginas.

De Ramiro Gómez Gris sabemos poco: que ha vivido en Santiago, Valparaíso y Concepción. Que es un pseudónimo. Que este es su segundo libro (el primero es “Ética al zancudo”) y que, como el anterior, es de aforismos. Avanzado ya el texto, en uno de ellos (escrito entre paréntesis) encontramos la idea que centra este “conjunto de anotaciones”; a saber, “pensar la ética aplicada a la evolución biológica, que está ocurriendo todo el tiempo y en todas partes, incluso en nuestras sociedades y ciudades”. Esto es, ninguna preeminencia humana, ninguna ley universal, valida para todos y en todo tiempo y espacio; o sea, al parecer, una ética fundada en la falta de fundamento, ¿en la “belleza” de la dinámica biológica? “Antes que todo: el principio de contraste “. “La belleza no puede prescindir del movimiento”.

MEDITACIONES FILOSÓFICAS EN TORNO AL POEMA

ALEXANDER BAUMGARTEN.

Traducción, edición y notas: PABLO CHIUMINATTO

y JAVIER BELTRÁN.

Orjikh, Santiago 2014, 103 páginas.

Los chilenos Pablo Chiuminatto y Javier Beltrán traducen esta obra, de 1735, en la que el filósofo alemán Alexander Baumgarten habló por primera vez de “estética”; es decir, “la ciencia de la percepción por los sentidos”. Allí, para quien crea que sobre gustos no hay nada escrito, se lee: “la filosofía y la ciencia de componer un poema (…) están unidas en estrecho matrimonio”, “el discurso sensible perfecto es el poema”, “el poeta es una suerte de hacedor o creador; de aquí que el poema deba ser, por decirlo así, un mundo”, “el método es poético”, “el poema es una imitación de la naturaleza”.

“Ocurrencias de sabiondos” por Patricia Espinosa para Las Últimas Noticias

Ramiro Gómez Gris. La Pollera & Halitosis, 2013, 122 páginas.
LUN, 17 de mayo de 2013

Con esfuerzo, se podría considerar que Ética al zancudo, de Ramiro Gómez Gris, es un libro humorístico con un trasfondo filosófico. Los dieciséis relatos que conforman el volumen van mezclando anécdotas jocosas con reflexiones de la más variada índole. Lo anterior deriva en una secuencia de historias donde siempre habrá un personaje que pretende parecer inteligente, espeso y, lo peor, muy ocurrente. Se genera de esta forma una densidad vacía, que vuelve intragable esta seguidilla de narraciones sobre seres sabiondos que no consiguen escapar de la estulticia.

“El zancudo”, relato que da pie al título del libro, nos muestra al mentado bicharraco, que niega ser zancudo y afirma ser un mosquito, dialogando con un ser humano y jactándose de sus conocimientos sobre el cosmos: “¿Tú sabes por qué se mueve nuestra Vía Láctea? Pues porque hay un par de inmensos agujeros negros haciendo equilibrio de fuerzas”. El autor tiene un tremendo talento para narrar sucesos inútiles, construir personajes poco agraciados y discursos reiterativos sobre temas con ninguna relevancia.

Lo anterior queda demostrado a cabalidad en “El Soco y la nueva TGS”. El narrador se dedica a contar la pasión de su amigo Soco, un fanático de los excrementos que enarbola una teoría filosófica respecto a las múltiples muestras que ha ido recopilando. El Soco, que más que un excéntrico es simplemente un idiota, dice: “Cuando logremos explicar y predecir fenómenos meteorológicos a largo plazo con el estudio del aroma de la mierda humana, se produciría una violenta revolución científica, un innegable cambio de paradigma”.

Y así continúa este muestrario de pretenciosas banalidades, el que incluye una conferencia sobre Guattari y un par de estudiantes que discuten lateramente sobre el libre pensamiento, un grupo de amigos naíf que roba a los ricos usando un arma de juguete, un profesor loco que inventa un documento único en el mundo, una pelea de borrachos y una teoría sobre la música y el silencio, una floja conversación entre un cantante punk y su vecino o un borracho que plantea una dolorosa teoría sobre por qué un bus no se detuvo cuando lo hizo parar en la calle del terminal.

Un caso paradigmático ocurre con “Dos noches incaicas” sobre dos amigos en viaje a Cusco. Allí, hacen todo lo que corresponde a un mochileo de verano, hasta que el narrador –al parecer aburrido– señala: “Acá es donde la historia se pone buena” y, de golpe y porrazo, cierra el relato.

Ética al zancudo jamás remonta, jamás logra un destello rescatable. En todo caso, el libro sí tiene un aspecto positivo: sirve para ejemplificar la enorme diferencia entre contar anécdotas y hacer literatura.