Skip to content

” Aparece novela de Juan Emar después de 89 años de reposo” por Lenoardo Sanhueza en Las Últimas Noticias

E n 1923, a los treinta años, Álvaro Yáñez Bianchi todavía no había adoptado el seudónimo de Juan Emar, pero sí había comenzado a escribir la novela Amor , cuyo protagonista se llamaba así, Juan, y en cuya historia ya están trazados muchos rasgos –incluso una escena clave de uno de sus cuentos futuros: la cabalgata en solitario por el campo– que harían célebre al más excéntrico y vanguardista de los narradores chilenos del siglo veinte. El borrador fue terminado en 1925 y su autor, que ya se había convertido en Emar, lo dejó reposar un tiempo.

Tal reposo duró 89 años, hasta estos días, en que Simón Ergas y Nicolás Leyton terminaron de descrifrar el manuscrito del Amor , libro que acaba de ver la luz bajo el sello de La Pollera Ediciones, que hace poco había rescatado otro libro inédito de Emar, Cavilaciones .

“No soy un experto en la literatura de Emar”, explica Ergas. “Pero nos horrorizamos al ver que tanto Cavilaciones como Amor estaban inéditos sin razón alguna”.

–¿Te parece que en Amor ya están presentes muchos aspectos del “mundo” de Emar, que vino a mostrarse recién en 1935, cuando publicó sus tres primeros libros?

–Si bien publicó sus libros en la década del 30, por algunas fechas en algún cuento queda claro que estaba escribiéndolos de antes. Además, con Cavilaciones abrió una búsqueda filosófica que se perpetuó luego hacia su obra literaria. Hay grandes temas que atraviesan su creación; su necesidad de comprender más al ser humano, su apreciación de las artes, la inevitabilidad del fuego creador que se cobija en el artista, sus preferencias por ciertos colores, las luchas generacionales con los artistas viejos y, sobre todo, su percepción tan subjetiva de la realidad, cosa que en algunos cuadros literarios lo llevaron a pintar imágenes absolutamente surrealistas. Las excursiones inspiradoras al campo, la locura por comprender el mundo intelectualmente, el sentimiento de soledad respecto a la gente “normal”. En Amor comenzó también a experimentar de manera estética sus ideas.

–La época en que escribió este libro (1923-25) coincide con la creación del seudónimo Jean Emar (1924), que luego quedó en Juan Emar. ¿Considerarías que este libro marca también su “nacimiento” literario?

–Podríamos decirlo. Hay una anécdota en la edición de este libro que podría responder esa pregunta, es una pregunta abierta que nos hicimos con quienes participaron de esta transcripción pero podría arrojar ciertas luces. El manuscrito de Amor tenía sus primeras veinte páginas mecanografiadas. Según la Fundación Emar, esas páginas fueron mecanografiadas por el mismo autor, considerando la tipografía, el formato y edad del papel. Es decir, creemos que él comenzó a revisar la novela, para cerrarla, quizás para publicarla. Lo interesante es que en esa porción “revisada”, el autor comenzó a cambiar el nombre del protagonista. Juan, que es el nombre que dejamos en la novela porque cubría la mayor porción del texto y quisimos intervenir lo menos posible, estaba pasando a llamarse Manolo. ¿Habrá decidido cambiar el nombre de su personaje porque él mismo estaba convirtiéndose en Juan?

 

× ¿Alguna otra cosita?