“El libro de los cinco cuentos sobre el caso Penta, con Hugo Bravo e Iván Moreira como protagonistas” por María José Quesada en El Mostrador

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Fueron 47 días los que  Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, ex controladores del grupo Penta, estuvieron recluidos en el anexo penitenciario Capitán Yáber, como medida precautoria dictada por la justicia chilena a comienzos de marzo  2015.

La connotación política y el revuelo social causado a propósito del destape de estos delitos de cuello y corbata, que como sabemos involucró a la plana mayor que ejerce el poder fáctico en este país, marcan un antes y un después en la relación político empresarial del sistema y un cambio de percepción en el modo de contemplar los sucesos por parte de la ciudadanía.

Inspirados en estos hechos de corrupción y decadencia política, los “Relatos del capitán Yáber- Cinco cuentos ideológicamente falsos”, publicado en diciembre 2015 por la Pollera Ediciones, intentan retratar -mediante la ficción-, la crispación e impotencia hacia una contingencia  político empresarial que no da para más; estos escritos son un símil –presentados como parodia- de este escenario decadente, hilarante a ratos, pero bastante atingente como acción literaria independiente, que utiliza este recurso de expresión perdurable, para describir una realidad timorata y efímera.

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Cinco historias y cinco autores producen esta antología. En él escriben: Simón Pablo Espinosa (La Hoguera), Federico Zurita Hecht (Historia del fin de los ladridos), Simón Ergas (Eco), Daniel Campusano (Las espinas del pescado) y L. Byron Watsabro (Anotaciones de una lagartija resfriada).

Son relatos cargados de impotencia y una fina ironía. “La Hoguera”, por ejemplo, está dedicada al mismísimo Hugo Bravo por abrir la caja de Pandora. “Historia del fin de los ladridos”, apunta a la indiferencia y descaro de los políticos involucrados. “Eco”, es una caricaturización de los correos electrónicos de Iván Moreira a Hugo Bravo; como olvidar el “Me tienes castigado, Hugo? Te estoy llamando hace 10 días. Trata devolverme llamada. Un abrazo”. “Las espinas del pescado”, escenifica el cotidiano descarnado de los políticos y su relación estratégica con el mundo empresarial. Y “Anotaciones de una lagartija resfriada”, se basa en estos escándalos para arremeter y reflejar -un tanto- el modo de ser de los chilenos.

Todas, ficciones que logran ser eco de situaciones aberrantes muchas veces naturalizadas en la inercia del cotidiano, un recurso literario que posibilita ser refugio memorial de hechos que no queremos seguir padeciendo.

” Editoriales chilenas se vuelcan a las traducciones” por Pedro Pablo Guerrero en El Mercurio

Sin mayor apoyo económico, armados solo de entusiasmo e intuición, son cada vez más los sellos nacionales, sobre todo independientes, que se lanzan a la tarea de volcar al castellano autores de todas las épocas y géneros. Si llegan a publicar la mitad de los títulos anunciados para los próximos meses, este año será uno de los más prolíficos en el difícil arte de traducir.

De ser un país consumidor de traducciones, Chile se va convirtiendo lentamente en productor. Tajamar destaca como uno de los sellos más dinámicos en esta especialidad, gracias al buen ojo de Óscar Luis Molina, traductor y asesor de la editorial.

A él se deben las versiones en español que se publicarán de “La mansión de lo distante y lo perdido”, de Thomas Wolfe, y “Narrativa completa” , de Nathanael West. Otros títulos del catálogo serán dos libros del brasileño Rubem Fonseca: “Agosto” y “Pequeñas criaturas” , traducidos por John O’Kuingtthons; la recuperación de la novela “Ciudad de Dios” , de Paulo Lins (en la versión de Mario Merlino), llevada al cine en 2002; “Seferis íntegro” , traducción y ensayo de Miguel Castillo Didier; “Antología poética” , de Charles Bukovski (trabajo de Paul Seaquist), y la primera edición íntegra en castellano de “Ensayos literarios” , de Ezra Pound, a cargo del crítico Tal Pinto.

Ediciones UC publicará “El bienestar de todos” , título que Pablo Saavedra, su traductor, dio al ensayo “Unto This Last” (1860), de John Ruskin. Esta obra marcó un giro en la trayectoria del célebre crítico de arte inglés haciéndolo entrar polémicamente en el campo de la economía política. El libro constituye una dura crítica a las consecuencias de la industrialización, que inspiró a socialistas cristianos, mereció la admiración de Tolstói e influyó mucho en Gandhi.

“Tel quel” , célebre volumen de aforismos de Paul Valéry, será publicado por Alquimia, al igual que “El innombrable”, de Samuel Beckett, y “El infinito narcótico”, volumen que reúne los textos de Walter Benjamin sobre las drogas. Tácitas, por su parte, editará “Notas sobre La rama dorada de Frazer”, de Ludwig Wittgenstein. La traducción, prólogo y notas están a cargo de Carla Cordua.

“Wanderlust. Una historia del caminar” , de Rebeca Solnit, y “El vuelo de madrugada” , del brasileño Sergio Sant’Anna, son las apuestas internacionales de Hueders.

Ediciones UDP publicará “Conversaciones con James Joyce”, traducido por el mexicano Juan Antonio Montiel, y “Ensayos” , de Allen Ginsberg, a cargo de Rodrigo Olavarría, autor de las versiones de “Aullido” y “Kaddish” publicadas por Anagrama.

La Pollera tiene listos “Cartas desde la Tierra” , de Mark Twain -ilustrado por Rafael Edwards-, y “Memorias de un amnésico” , del compositor Erik Satie. Ambos libros traducidos por Fernando Correa Navarro.

“Gabriela Mistral, una rebelde pensadora” por Ana Leyton en Piensa Chile

Fuente: Piensachile

Parece que sobre esta insigne escritora todo estuviera dicho, sin embargo, mientras más se lee de ella, más deseos dan de seguir indagando sobre su pensamiento, hasta llegar a la conclusión de ¡qué poco conocemos en Chile sobre esta mujer! quien fue capaz de mostrar caminos a seguir en tantas partes del mundo.

En Gabriela Mistral, la palabra se hace cargo de la situación social, política, económica, cultural, educativa, histórica de un país, para traducirse en un compromiso con la humanidad que la conduce hasta la poesía, como una manera de llegar a un estado máximo del arte de escribir.

Quiero dejar en claro que esto no responde a un estudio investigativo sobre Gabriela, más bien es un encuentro con su defensa rebelde, una defensa de raíz desde lo local hasta América Latina y hacia el  mundo, porque si realmente hay alguien en este país que hizo una defensa transparente, sencilla y asertiva e incorruptible de nosotros, olvidados seres humanos de este lado del mundo, esa fue Gabriela Mistral; una referencia que nos salva aún de lo que ya no somos y de lo que queremos ser y construir como futuro.

Cuando más se lee a Gabriela, más grande se nos hace, por lo tanto, no me puedo referir detenidamente a toda la diversidad de temas que han sido problemáticas de sus crónicas, artículos y ensayos aparecidos en diarios y revistas del mundo occidental, verdaderos discursos sobre política. Se cuentan más de 700 de estos escritos, donde se destaca su defensa identitaria, su amor por la libertad, su propuesta de autosuficiencia americana de acuerdo a las propias necesidades de sus habitantes, la importancia de la educación para el fortalecimiento de los valores; ya sea, en los aspectos políticos, económicos y culturales, marginados de la cultura dominante, en tanto la tierra, el indígena, los niños, la clase trabajadora y la mujer.

Cuando aún nadie hablaba de defensa ambiental, esta defensa se encuentra implícita en sus escritos donde hace descripciones geográficas de países de América Latina; encontramos algunos en el libro “Gabriela anda por el mundo” de Roque Esteban Scarpa, cuando describe en prosa poética, la naturaleza: montañas, minerales, ríos, árboles, aguas; la historia, los pueblos de América, el sol americano, la cordillera de los Andes y mucho, mucho más, como fundamento de identidad y defensa “ecológica” (aunque en ese entonces aún no se conceptualizaba la palabra); emociona ver cómo en este caso su palabra se hace profética, ya que hoy, nos encontramos frente a graves problemáticas de destrucción de nuestra naturaleza, de exterminio de nuestras comunidades y saqueo de nuestros recursos.

Hay un libro sobre Gabriela Mistral, escrito por Matilde Ladrón de Guevara, quien siendo muy joven se desplaza a Nueva York para vivir con ella durante un año y escribir sobre su vida, libro que hace con el consentimiento de Gabriela; de esta vivencia humana y periodística, escribe este libro que en Chile apenas se conoce y que apareció a través de la editorial de la revista “Hoy” durante los años 80 en una edición resumida y en tres capítulos con el nombre de “La rebelde Gabriela” la edición completa tiene el nombre de “Gabriela Mistral, rebelde magnífica”.

Quiero destacar, la espontaneidad y naturalidad con la que Matilde va contando cotidianamente la vida de Gabriela, la empatía mutua que la hace escribir, elocuentemente, desde la palabra femenina. MLG, esta mujer chilena escritora y poeta de la generación del `50 quien también ejerció el periodismo, incluso como reportera fuera del país.

Cito esta antología como referente, ya que la visión de Gabriela que describe esta autora nos la muestra natural con su quehacer de escritora, nos dice que escribe como respira, se comunica e interactúa como camina, sin performance, sin ambages, sencilla y chilensis como cualquier ciudadano honesto de nuestra patria, un ejemplo de asertividad y carácter a seguir por quienes buscan, incansablemente, la palabra poética, política o periodística, que en Gabriela son indivisibles.

Desde este estado valórico transparente, propuso un estado ideal para América Latina. Su propuesta fue desde el origen:

*Su interés por la tierra que la lleva a un juicio político y económico

*Su interés por el indio que nos remite a una preocupación política y social

*Su interés por la mujer que demuestra una inquietud política y cultural

La tierra, el indio y la mujer nos conducen a una problemática de poder, vigente en nuestros días, situaciones que aún los gobiernos no han sido capaces de resolver y que además, a partir del trauma histórico y retroceso provocado por la dictadura, se han acentuado cada vez más en los últimos gobiernos.

Sus crónicas se encuentran desarrolladas a través de un lenguaje sencillo, capaz de comunicarse con la gente más modesta, trabajadora, marginada de los poderes centrales y de aquella clase beneficiada como elite intelectual. Su preocupación por la clase de donde proviene la enaltece; cuando vemos un discurso enriquecido por su inteligencia, su sensibilidad, conocimiento y experiencia, que no la hacen olvidar su raíz de campesina humilde, de india del valle de Elqui como lo decía con decisión y dignidad.

El pensamiento de GM ha sido compilado a través de cartas dirigidas a sus amigos, escritores, políticos, intelectuales, también a través de artículos que ella llamó “recados” publicados en diarios y revistas de  Chile y el mundo, estos recados que tienen la extensión de un breve ensayo, donde expone sus ideas críticas y sugerencias.

Los temas de Gabriela siempre apuntan a todo pensamiento que tenga que ver con el devenir de la humanidad, lo que demuestra su gran capacidad de construir cultura y sociedad a partir de la palabra, ya sea poética o periodística.

Dice Luis Vargas Saavedra, compilador del libro “Recados para hoy y mañana” que GM tuvo la capacidad de percibir los “signos de los tiempos”. En estos textos no sólo queda de manifiesto la excelencia de su prosa, sino la visión profética contenida en ellos, lo que hace que estos escritos tengan una vigencia perdurable.

En el libro de Jaime Quezada “Bendita mi lengua sea” se define un objetivo testimonial, ya que este diario rescatado de Gabriela, nos da cuenta de muchas cuestiones que de no ser por ella, no las sabríamos; por ejemplo, el sentimiento amerindio que nace como una defensa de nuestra raíz frente a la pedantería de la generación del 98 en España, quienes durante tantos años, han sido valorados en las aulas de nuestro Chile incluso en las de muchas universidades y que sin embargo, siempre miraron a los habitantes de América Latina con menoscabo. Gabriela nos hace una apelación, ya que al leer este pasaje de su diario, es imposible que nos quedemos impasibles y no cambiemos nuestro pensamiento ¿por qué seguir admirando a quienes nos maltratan con su gesto déspota? Ella da cuenta de una crítica consistente de lo que fuera el pasaje de la historia de la cual se enaltecían estos hijos de la conquista, henchidos de nacionalismo español.

Nunca olvida su raíz vaya por donde vaya esté con quien esté, sus comentarios, sus críticas siempre las hace desde una concepción referencial del lugar donde nació y desde allí hacia la visión de AL para el mundo. Están siempre presentes la defensa de la tierra americana y sus hijos amerindios.

En recados para hoy y mañana del compilador Luis Vargas, nos encontramos con uno cuyo título es “Celebración del 12 de octubre en las Antillas”, fechado en el año 1933 donde nos evidencia su crítica dura hacia la conformación de la mentalidad y actitud del español frente a AL, su insensibilidad y su poderío de superioridad racial, hace crítica dura hacia la destrucción de la religiosidad ancestral; la nuestra, en relación a la occidental que, pregonaban con la violencia de la tortura, la muerte y la insensibilidad del catolicismo frente a esto.

También encontramos otro artículo cuyo nombre es “El recelo histórico entre las Américas” fechado en 1948, donde se evidencia el gran conocimiento sobre política internacional que Gabriela maneja, una cantidad de elementos dentro de lo que es la política económica, cultural, educativa, incorporando conceptos de “capitalismo” “clase trabajadora” “seudo democracia” en fin… conceptos aún vigentes tal como fueron tratados en sus escritos y que nos recuerdan a través de su asertividad nuestros olvidos y compromisos, en muchos casos.

También escribió “Pueblo soberano inculto” con fecha 1941, donde evidencia el peligro que existe para la democracia cuando ciudadanos incultos deben tomar decisiones en las urnas, lo que evidencia además, su gran preocupación por la educación de la clase trabajadora y pueblo en general; actualmente vigente en lo que es la corrupción de los gobernantes elegidos, repetidamente, por el mismo pueblo.

GM también tiene artículos donde recoge su pensamiento sobre el movimiento femenino chileno que se inicia en la lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer, muchos de ellos los encontramos entre los años 1925 y 1928, la mayoría en el Mercurio de Santiago. Nombro tres de ellos que aparecen en el libro “Por la Humanidad Futura” antología política de GM, publicada recientemente por Diego del Pozo a través de La pollera ediciones. Cito algunos:

*“Organización de las mujeres” 1925. Ironiza, diciendo que el feminismo en Chile parece más una especie de “tertulia, más o menos animada”. Alude y llama más bien a formar organizaciones feministas desde una mirada de clase. Todo pensamiento en Gabriela convoca a una mirada de clase, en realidad hay que decirlo, critica el carácter burgués de este feminismo que se encuentra bien lejos de resolver realmente las problemáticas sociales de la mujer.

*“Feminismo, una nueva organización del trabajo” en 1927, toca el tema del trabajo en la mujer, analizándolo desde la perspectiva de la naturaleza femenina, concluye proponiendo tres tipos de trabajo, uno sólo para hombres, otro sólo para mujeres y otro para mujeres y hombres. La mujer, al igual que el hombre, trabajador, obrero, se expondría a una injusta sobreexplotación, ya que expresa la falta de justicia para la clase trabajadora, en tanto no se resuelva el problema laboral de la clase trabajadora en general, hombres y mujeres, no se puede definir con justicia la organización del trabajo femenino, aún más en el caso de la mujer que también tiene un rol insoslayable en la educación y cuidado de sus hijos.

*“El voto femenino” habla de ello en un artículo del año 1928 y sólo en 1949 se legisla totalmente sobre el voto femenino. Vale recordar, que ella recibe el premio Nobel de literatura en circunstancias que en Chile aún la mujer no era reconocida como capaz de emitir un voto en las urnas.

Gabriela fue irónica con las feministas de su tiempo, pensó que no eran lo suficientemente inteligentes, ya que tenían muy poca visión respecto de un cambio sistémico en el orden de lo laboral, las veía poco comprometidas con la mujer trabajadora y veía que se entrampaban en cuestiones que poco tenían que ver con una verdadera condición de libertad. Las ve con muchos más sentimientos personales que con razón. Las ve como un grupo de damas de clase alta, haciendo guiños a posturas artificiales y que no llegan a una mayor profundidad en la problemática.

Actualmente, por ejemplo, se dice que la mujer se liberó porque trabaja. Pero, cuando llega a la casa lo único que hace es seguir trabajando. También se habla de la liberación sexual de la mujer, pero la realidad crítica nos muestra cómo cada vez y con mayor intensidad la mujer se ve convertida en un producto de mercado, donde poco tienen que ver sus verdaderos intereses de respeto e igualdad, ya que los parámetros sociales y culturales vigentes siguen siendo los instaurados por el hombre; en todo caso, no sólo la mujer está convertida en producto de mercado actualmente…

En resumen, GM la poeta, política, periodista, escritora, instauró un pensamiento aún vigente que podría servir de base para la construcción de nuestra sociedad. Pasa que la conocemos poco, pasa que su pensamiento no está incorporado en los planes y programas de estudio que tanto nos determinan, pasa que aún no hay suficiente valoración hacia ella.

No sirven tantos homenajes, seguimos con el sólo aprendizaje de dos o tres de sus poemas en las aulas de nuestro país, en circunstancia que nos estamos perdiendo la construcción de una sociedad mejor a partir del pensamiento vigente de Gabriela.

Ahora que se habla desde el oficialismo y fuera de él sobre asamblea constituyente, me gustaría saber  si son y somos capaces de considerar como claves de una nueva constitución el pensamiento de Gabriela, ya que ese sí sería un verdadero homenaje a esta librepensadora chilena que deja de manifiesto su adhesión al sueño bolivariano.

Su defensa de América Latina es transversal, despierta un sentimiento responsable y referencial sobre lo que significa nuestra tierra, la naturaleza latinoamericana, desde la conciencia que defiende lo local y nuestras raíces amerindias, pero no como un nacionalismo ciego y ensimismado, sino hacia una concepción latinoamericana y universal.

Me quedo, principalmente, con su visión latinoamericanista y a partir de esta reivindicación territorial, soñar con fundar una política educativa para despertar a este “pueblo soberano inculto” del que nos hablara y así, poder incorporar el amor por un territorio que requiere por sobretodas las cosas ser defendido. Como ella dijo “Maestro: enseña en tu clase el sueño de Bolivar, el vidente primero. Clávalo en el alma de tus discípulos como agudo garfio de convencimiento….Divulga la América…” y termina diciendo, “… no seas un ebrio de Europa, un embriagado de lo lejano, por lejano extraño, y además caduco, de hermosa caduquez fatal” (“El grito”).

Actualmente, hay mucho que deshacer y hacer en educación, una educación que parece caminar hacia delante, pero camina en un sentido bien distinto a la propuesta de Gabriela. Yo soy profesora de Castellano, he podido bien poco sobrevivir al sistema educativo, que siento está cada vez más entrampado y sujeto a paradigmas dictatoriales y odiosos.

La importancia de la defensa de una cultura de raíz se hace urgente en nuestras salas, sentir el amor que tanto necesitamos para defender nuestra tierra. No deberíamos permitir más el menoscabo de nuestros pueblos amerindios, de estas tierras explotadas por el extranjero, que hoy se traduce en todo lo mega, megaminería, megacultivos, megacomercio. Aquí me detengo para recordar casos como el del pueblo de Caimanes, Alto Maipo, Pascua Lama y hoy, la amenaza del TPP, que convierte las semillas en propiedad privada ¿Es así como le hacemos honor a una de las más importantes pensadoras de nuestra América? Entonces, basta de tanto homenaje a Gabriela y pongamos más empeño en poner en práctica su pensamiento; profundicemos esta “América, América, todo por ella, porque todo nos vendrá de ella ¡desdicha o bien!”

La autora, Ana Cristina Leyton, es escritora perteneciente a La Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Filial Gabriela Mistral, Región de Coquimbo.

“El universo conectado de Zurita” por Felipe Valdivia en Revista Terminal

Fuente: Revista Terminal

Se dice, popularmente “que las cosas siempre pasan por algo” y que todos –indirectamente– estamos conectados de alguna manera. Esa es, al menos, la sensación que queda al leer Lo insondable (La Pollera Ediciones, 2015), el último libro de Federico Zurita Hecht, el cual está conformado por trece cuentos, cuya línea argumental gira en torno al peligro que representa la activación de una máquina, instalada en el sótano de una casa en Moscú, que podría destruir el universo.

Pero estos trece relatos son más que eso. Hay algo más profundo ahí, una línea que se extiende a lo largo de la obra, un concepto referente a la experimentación que el propio autor se propuso en torno al descubrimiento de las palabras. Las palabras y las cosas. Es que estas historias entrelazadas entre sí, surgen como una necesidad de cuestionamiento sobre un mundo sumamente misterioso, en suma, un viaje intenso a través de la exploración de la historia que parece repetirse como un ciclo circular.

Esta última idea parece disparatada y al voleo, pero queda en evidencia a medida que se descubre que los personajes van repitiéndose una y otra vez. Hay chilenos, albanos, alemanes, rusos y mexicanos, cuyas historias de alguna manera están conectadas, como si el autor tratara de decirnos –entre líneas– que el viejo cliché (el mundo es muy chico) sí es real.

Desde mi punto de vista, hay un guiño a Bolaño, dado que estos personajes con voces distintas, protagonizan un mismo hecho, pero en versiones diferentes, los cuales, en algún minuto, deberán congregarse sí o sí en torno a algo (¿el universo?).

Tal como se afirmaba en el comienzo, esta “sincronía” tiene que ver con que Lo insondable también puede ser leído como una muy buena novela, porque nos volvemos a encontrar con esos personajes, cuyo conflicto parece ser algo que va más allá de un simple argumento literario. Tiene que ver, a mi juicio, con algo más trascendental, más filosófico si se quiere; en definitiva, este libro nos habla (y nos hace pensar) en el espacio, sitio y tiempo que ocupamos en el mundo.

Hay otro concepto también que cruza toda la obra, pero que no puede ser visto como un elemento casual, dado que nos ayudará a entender la intención o idea central de los textos. Se refiere a la muerte, la cual se encuentra presente en varios de los relatos que componen el libro y que arrancan, precisamente, con ese concepto.

Disolución del universo comienza así: “Mi muerte (y esto es algo que hoy, ya fuera del tiempo, yo, nombrado René Andrade en alguna época, puedo fingir que cuento con serenidad) llegó inesperadamente una tarde a comienzos del otoño de 1955, luego de despedirme de Catalina Mújina, mi novia ya desde hacía tres años y compañera, por igual tiempo, en mis estudios de Lenguaje y Literatura, con quien había pasado aquel día un agradable rato en el viejo Café San Marcos, cercano al campus”. Lo interesante es que en esa primera frase se conjugan las ideas que mencionábamos anteriormente y que rondarán a través de distintas metáforas sumamente acertadas en los distintos relatos y que Zurita sostiene astutamente hasta el final del libro, como la que ocupa de forma audaz en la historia de una vieja trapecista: “se requiere de una gran fortaleza para resistirse al vacío, pues muchos, de tan grande que es el miedo a caerse, prefieren arrojarse”.

En El catálogo perfecto el narrador arranca diciendo: “Mi muerte (y esto es algo que hoy, ya fuera del tiempo, yo, nombrado René Chaín en alguna época, cuento sin escatimar frustración) llegó inesperadamente una mañana de otoño de 1955 tras ser asesinado por el conductor de un Strudebaker Starlight Coupe color verde agua en las puertas del Centro Universitario de Estudios Árabes, en la calle Las Morias”.

Entonces, si la muerte está presente en casi toda la obra y actúa como telón de fondo en la vida de los distintos personajes, surge la pregunta válida que uno como lector puede hacerse: ¿desde dónde escriben o hablan? Zurita es tremendamente prolijo, porque no descuida ese detalle y se encarga él mismo en responderlo, a través de la voz de un personaje: “Hoy, muerto ya, eso no importa”.

Quizás lo único que se podría reprochar de Lo insondable son sus constantes alusiones a países de Europa Oriental, porque es ahí donde transcurren la mayor parte de las historias. Reprochar, dado que parece un mundo totalmente ajeno al nuestro y que eventualmente podría constituir un obstáculo de entrada a la trama de éstos. Pero eso parece ser lo más atractivo de la obra de Zurita, su valentía y arrojo al escribir un libro (cuentos o novela, ya da igual), cuyo único objetivo es plantearnos un interesante viaje a un mundo en constante cuestionamiento.